
7 min read
Cómo abrir un Club Social de Cannabis en España
En España, los consumidores responsables de cannabis buscan organizarse para disfrutar de su estilo de vida en espacios seguros, protegiendo la salud pública. Una opción práctica es montar un Club Social de Cannabis, un lugar privado donde consumir cannabis de forma compartida sin infringir la Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana (LO 4/2015). Este concepto, ligado a los clubes cannábicos, ha ganado relevancia, aunque los Clubes Sociales de Cannabis operan en un marco legal ambiguo, respaldado parcialmente por normativas existentes. Una duda frecuente entre quienes consideran esta iniciativa es cómo evitar problemas legales relacionados con el cannabis. Este artículo recopila los requisitos legales para manejar cannabis, pasos prácticos y preguntas frecuentes para ofrecer una guía completa sobre cómo abrir un Club Social de Cannabis en España.
En España, no existe una legislación específica que regule los Clubes Sociales de Cannabis, lo que genera incertidumbre jurídica en torno al cannabis. Sin embargo, con información precisa y una gestión adecuada, es posible establecer un Club Social de Cannabis que cumpla con las leyes vigentes como asociación sin ánimo de lucro.
¿Qué son los Clubes Sociales de Cannabis?
Los Clubes Sociales de Cannabis son asociaciones sin ánimo de lucro integradas por adultos que se reúnen en un local privado para consumir cannabis de forma controlada o abastecerse de cannabis. Su objetivo es evitar el mercado negro y no representar una amenaza para la salud pública mediante el uso responsable de cannabis. Este modelo, surgido en España en los años 90 a través de iniciativas de cultivo colectivo de cannabis, se ha consolidado como una alternativa reconocida internacionalmente para regular el cannabis.
Origen y evolución de los Clubes Sociales de Cannabis en España
Los clubes cannábicos, como los Clubes Sociales de Cannabis, emergieron en España del activismo relacionado con el cannabis, buscando soluciones legales para el consumo colectivo de cannabis. Hasta 2017, los cultivos de cannabis asociados a estos clubes eran inspeccionados por agrónomos, quienes verificaban que la cantidad de cannabis correspondiera al número de socios. Sin embargo, en ese año, el Tribunal Supremo reinterpretó su estatus, considerando que los Clubes Sociales de Cannabis no eran grupos privados y reducidos, lo que les otorgó relevancia penal en relación al cannabis. El Tribunal Constitucional respaldó esta postura y derogó normativas autonómicas que intentaban regular el cannabis, sumiendo a los Clubes Sociales de Cannabis en una situación de indefinición legal que persiste en España.
Situación actual de los Clubes Sociales de Cannabis
Actualmente, los Clubes Sociales de Cannabis enfrentan desafíos significativos en España, particularmente en ciudades como Barcelona, donde las inspecciones sobre el cannabis son frecuentes. Muchos han optado por suspender los cultivos colectivos de cannabis para minimizar riesgos legales. A pesar de estas dificultades, su presencia sigue siendo notable: según el Plan Nacional de Drogas, España cuenta con más de 1400 asociaciones cannábicas enfocadas en el cannabis, con especial concentración en Cataluña y el País Vasco, regiones que han abogado por la continuidad del cannabis frente a obstáculos jurídicos.
Requisitos legales para crear un Club Social de Cannabis
- Cumplir con la Ley de Asociaciones
La Ley Orgánica 1/2002 constituye la base legal para montar un club como el Club Social de Cannabis en España, dado que no existe una normativa específica para el cannabis y las leyes autonómicas han sido anuladas por el Tribunal Constitucional. Algunas ordenanzas municipales complementan este marco, regulando aspectos técnicos de los locales donde se consume cannabis. Para cumplir con esta legislación:
- Asamblea constitutiva: Se debe realizar una asamblea constitutiva para formar una junta directiva con un mínimo de tres cargos: presidente, secretario y tesorero, todos con DNI o NIE, y redactar estatutos que establezcan las normas internas sobre el cannabis de manera transparente y democrática.
- Inscripción: Es obligatorio inscribir la asociación sin ánimo de lucro en el Registro Nacional de Asociaciones, presentando la instancia, el acta fundacional firmada por los socios fundadores, los estatutos y fotocopias de los DNIs de los socios fundadores.
- Socios: La asociación debe limitarse a un grupo reducido, sin un número exacto definido, pero lo suficientemente pequeño para no tener transcendencia pública en relación al cannabis, según el criterio del Supremo. Los nuevos socios requieren el aval de un miembro existente, deben ser mayores de 21 años, consumidores habituales de cannabis, sin antecedentes penales y con un consumo mensual máximo de 90 gramos de cannabis.
- Actividades económicas: Se permiten actividades económicas, como la venta de accesorios o refrescos, así como actividades culturales como charlas y talleres sobre cannabis, siempre que los beneficios se reinviertan en la asociación tras su registro en Hacienda.
- Restricción de distribución: La sentencia 484/2015 del Tribunal Supremo establece que los Clubes Sociales de Cannabis no pueden distribuir cannabis de manera continua, ni siquiera entre socios, bajo pena de incurrir en delitos contra la salud pública o de organización criminal relacionados con el cannabis. Esto restringe su actividad al consumo compartido de cannabis, excluyendo cualquier forma de distribución institucionalizada.
- Licencia de apertura
Abrir un Club Social de Cannabis requiere obtener una licencia de apertura, lo que implica presentar una declaración responsable ante el ayuntamiento del municipio correspondiente en España. En algunos casos, registrarse en la Federación de Asociaciones Cannábicas (FAC) puede reforzar la legitimidad de la entidad que maneja cannabis. El local debe ser cerrado, ubicado a pie de calle y sin publicidad exterior para garantizar la privacidad del consumo de cannabis.
- Ordenanzas municipales
Las ordenanzas locales regulan aspectos como la ventilación, la distribución del espacio y otros requisitos técnicos para el manejo de cannabis, asegurando que el Club Social de Cannabis cumpla con las normativas municipales y mantenga un perfil discreto.
- Cantidad de cannabis permitida
La cantidad de cannabis en el local debe limitarse a una previsión de consumo inmediato: entre 3 y 5 gramos por socio al día, según la tabla del Instituto Nacional de Toxicología, para evitar infracciones legales relacionadas con el cannabis.
- Justificación del cannabis
El abastecimiento de cannabis puede provenir de dos métodos:
- Cultivo compartido: Se requiere un manifiesto que detalle las características del cultivo de cannabis y la previsión de consumo de los socios.
- Compra mancomunada: Es necesario elaborar actas con la previsión de consumo de cannabis a 5 días. Ambos métodos deben estar reflejados en los estatutos.
Pasos prácticos y dudas frecuentes
- Tiempo y costos
El proceso de inscripción en el Registro Nacional de Asociaciones tarda entre 2 y 3 meses, pero desde la firma del acta fundacional, el Club Social de Cannabis puede comenzar a operar y solicitar un NIF provisional para gestionar contratos. La constitución es gratuita como derecho constitucional, aunque los trámites administrativos y la obtención de la licencia de apertura implican ciertos costos. El mayor gasto suele ser el local para el cannabis, que puede alquilarse o comprarse según la ubicación y el tamaño.
- Gestión eficiente
Existen herramientas que facilitan la administración del cannabis y la comunicación con los socios. Para formalizar la entidad ante Hacienda, se debe presentar el formulario 037 junto con el acta fundacional, los estatutos sellados y el DNI del presidente.
- Actividades permitidas
Los clubes cannábicos, como los Clubes Sociales de Cannabis, pueden organizar talleres, charlas, actividades de investigación sobre cannabis o vender productos como refrescos y accesorios, exclusivamente para socios, reinvirtiendo los beneficios. La venta de cannabis constituye un delito, pero se permite almacenar y compartir cannabis adquirido externamente.
- Evitar riesgos
Para prevenir cierres, es fundamental evitar la promoción del consumo de cannabis, la publicidad, la falta de registro en el Registro Nacional de Asociaciones, la presencia de menores o el incumplimiento de ordenanzas municipales relacionadas con el cannabis.
Conclusión
Abrir un Club Social de Cannabis en España es una alternativa viable para consumir cannabis de forma segura y legal, siempre que se cumpla con la Ley de Asociaciones y se gestione con responsabilidad como asociación sin ánimo de lucro. Aunque la ausencia de una regulación específica para el cannabis plantea desafíos, con información adecuada, organización y la obtención de una licencia de apertura, es posible montar un club que proteja la salud pública y resista la incertidumbre jurídica en España